las elecciones mas boludas de todas
En Argentina el poder mas boludo de todos es el legislativo. Lo siento por quien le tenia mucha fe a la democracia parlamentaria. El ejecutivo sin duda es el mas poderoso, con suficiente plata y “responsabilidades” como para poder hacer las mas variopintas giladas. El judicial, pese a su estatus como asegurador de nada mas y nada menos que un ideal de justicia, sigue siendo bastante boludo pero almenos mueve mucha plata. Y de paso, no tiene elecciones. Mejor para la lógica jerárquica del poder. Pero el poder legislativo tiene todo lo malo de estos dos sin tener ni el poder ni la plata. Es boludisimo por naturaleza. Guarda, no te calentes todavía, tengo mis razones.
Argentina es el pais con menor permanencia legislativa de la region. Ósea, cada vez que entra un diputado o senador nuevo lo mas probable es que no busque la relección. Chile tiene un promedio de 4 mandatos, nosotros solo 1. La razón es simple: todos saben que es un poder boludo. El punto neurálgico de la política Argentina es el poder ejecutivo. Como parte de su carrera, un político pasa por el legislativo nacional como parte de una tarea tediosa. Aspira a ser intendente, gobernador, o un miembro importante del partido en su provincia, pero para serlo no le queda otra: debe legislar, ya sea para presentarse como figura importante o como para no salir del “ojo publico”. Pero no ve la hora de volver (o acceder) a alguna posición importante de verdad. Entre sus muchos efectos esto crea 3 grandes cosas: leyes de mala calidad, legisladores de mala calidad y mas boludez total en el pais.
Las listas son ridículas. Casi siempre son producto de negociaciones internas y siempre se vota por, como mucho, los primeros 3 en la lista. Siempre necesitan el aval de una figura del ejecutivo. Macri sonriendo con Negri, “Por Ellas, por Juan” versa la extraña publicidad del peronismo provincial haciendo alusión a Schiaretti y Carlos Caserio posando (en términos electorales, casi inexplicablemente) con Alberto Fernández, son algunas de las postales de Córdoba. De nuevo, las listas son ridículas. Fruto de una negociación donde siempre prima el actor de carrera que asegure la coalición (tal es el caso de Mario Negri) o el político que no le queda otra que esperar a que le den algún cargo en el Ministerio del Mate Cocido, donde preferiría estar pero no le da la plata (tal es el caso de Carlos Caserio).
No hay intereses internos fuertes. Como resultado de malas leyes, malos legisladores y listas ridículas, no es muy raro lo que termina pasando: los legisladores son piezas de negociación entre las provincias y el ejecutivo nacional. A las listas la define, por lo general, el líder del partido, y en las provincias ese suele ser en la aplastante mayoría de las veces el gobernador. Esto no esta “mal”, pues en cierto sentido es una de las razones de ser de la cámara de diputados, pero a su vez exacerba los problemas previos: no hay intereses internos. Los legisladores le dejan el juego político a sus partidos, y su disputa es puramente personal, por su propia permanencia en alguna parte del poder. Así las leyes terminan truncas en el mejor de los casos o directamente contraproducentes en el peor. Un interés interno fuerte por, por ejemplo, algún objetivo estratégico de la nacion que pase por el legislativo (como pasa en EEUU y su “predilección” monetizada por la industria de armas) volvería mas relevante y a la larga útil al poder legislativo en su diseño de leyes, pero no existe legislador que tenga interés por esto. Y para peor, se los entiende. ¿Por qué lo tendrían? Están en el poder mas boludo de todos.
Tiene total sentido que la farándula, algún que otro pelotudo medio mal de la cabeza o un futbolista termine de legislador. Puede decir lo que se le cante el culo, total el impacto final de su boludez es meramente marginal en la boludez generalizada que es el espíritu de nuestra leyes. Que no les quede duda que la ley de la interrupción voluntaria del embarazo y su importancia como aseguradora de los derechos de las mujeres en nuestro pais fue una anomalía histórica: ¿Cuántos estaban sorprendidos por la calidad paupérrima, por abajo (imagínense, POR ABAJO) del tuitero promedio, de los discursos en esa asamblea que por primera vez en la vida del 90% de la juventud volvió relevante el poder legislativo?
Para mi esto vuelve a estas elecciones que se vienen las mas boludas de todas. ¿Qué estamos votando realmente? “Un proyecto de pais”, “una avanzada contra el Kirchnerismo”, “el fin de la vieja política” son algunas de las respuestas de los posibles legisladores. Una mas boluda que otra. En unos casos aceptan la subordinación por sobre el ejecutivo y en otras lisa y llanamente venden humo. El argumento mas coherente para votar a alguien seria creer que el o ella van a defender los intereses de mi distrito, es decir, los míos. Pero con legisladores tan atados institucional y personalmente a los vaivenes del ejecutivo nacional y sus oposiciones, ¿Quién en su sano juicio cree que eso va a pasar?
Cierro diciendo que esto no significa que sea un poder inútil, ni que no tenga su rol en el orden institucional de la nacion y todas esas cosas. De hecho, un presidente suele necesitar bastante una mayoría legislativa para poder gobernar tranquilo. Pero es un poder que por todos lados y en todos los niveles es así: boludo. Requiere exceso de acting, no tiene incentivos para ser efectivo, es bastante ineficaz y, por Dios, tiene 4 meses de vacaciones (!!). Es boludo, no como ese compañero de laburo que te complica la vida porque le caes mal y quiere que te saquen, sino como ese que le tenes que explicar las cosas 200 veces e igual las hace mal. Solo que a este lo votamos cada cierto tiempo con la esperanza de que alguna vez haga las cosas bien. Capaz los boludos también somos nosotros.